lunes, 31 de diciembre de 2007

¿Por qué Misa de precepto el 1° de enero?


Cuando era pequeño, mi madre me decía que la Misa del 1° de enero era obligatoria porque debíamos dar gracias a Dios por el año que terminaba y para encomendar el nuevo, idea que tienen muchos de los fieles.

Por supuesto que debemos hacer esto de dar gracias y pedir por el siguiente año, pero la Misa no es de precepto por ese motivo, sino porque la Iglesia celebra la fiesta de Santa María, Madre de Dios.

Esta solemnidad es muy antigua, ya que data del siglo VI en Roma, poco después del Concilio de Éfeso (431), en el que se proclamó a María como verdadera Madre de Dios. No obstante, los cristianos ya celebraban y reconocían a María como Madre de Dios.

Sin embargo no siempre se celebró el 1 de enero. Antes del Concilio Vaticano II la fiesta era el 11 de octubre, justamente por el aniversario del Concilio de Éfeso.

El título de “Madre de Dios” es el primero y más importante para la Virgen María, y de él derivan todos los demás que se le han y pueden dar, ya que de ella nació Jesucristo, quien es Dios.

Aquí salta la pregunta, ¿No que Dios no tiene principio ni final? Así es, Dios no tiene principio, pero la maternidad no tiene nada que ver con el tiempo. Él, eterno e infinito, se encarna en María completo, como Dios y para hacerse hombre, y de ella nace Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, dos naturalezas en una sola persona.

María no puede ser solamente Madre de la naturaleza humana de Cristo, como dicen numerosos grupos protestantes, pues como mencioné en el párrafo anterior, Jesucristo es una sola persona, una unidad, y sus naturalezas son inseparables una de la otra; si es madre de la humana, es también madre de la divina.

María, como madre de Dios, es por tanto madre de la Iglesia, lo que significa que su maternidad se extiende a todos los bautizados. Así como en la cruz Cristo la hizo madre de Juan, quien representaba a todos los creyentes en Él, la hace madre nuestra en el momento de nuestro bautismo.

Es María la criatura más santa que ha existido sobre la tierra, ya que el privilegio de ser la Madre de Dios es único e irrepetible, la nueva Eva de cuyo vientre nació la salvación para todos los hombres

Por lo tanto, esta fecha del 1° de enero debemos celebrarla con gran júbilo, poniendo todos nuestros proyectos y anhelos para el siguiente año en manos de María, quien continuamente intercede por nosotros ante Dios.

Aprovecho para desear un muy feliz año nuevo a todos los lectores de este blog. ¡Enhorabuena!

1 comentario:

ana mari dijo...

Bendita sea la Madre de Dios,