domingo, 6 de enero de 2008

La Epifanía del Señor


Este 6 de enero la Iglesia Universal celebra la fiesta de la Epifanía, la segunda en importancia del tiempo litúrgico de la Navidad (la primera es el nacimiento de Jesucristo).

La palabra Epifanía quiere decir manifestación, en este caso, la manifestación al Mundo del Hijo de Dios, Dios mismo hecho hombre mediante la acción del Espíritu Santo. Esto es lo que celebramos este día.

La llegada de los magos de oriente para ver al niño Jesús, representando a todas las razas de hombres de la tierra, significa precisamente la manifestación de la presencia de Jesucristo en el Mundo, presencia que ya no sólo es para el pueblo de Israel, sino para todos los hombres.

Es por ello que esta fiesta nos recuerda la Universalidad de la Salvación, es decir, que la salvación que viene de Dios es para todos, todos estamos llamados a la vida eterna, todos los hombres, de todas las razas, de todos los pueblos, de todas las culturas y de todos los tiempos; absolutamente todos tiene las puertas abiertas de la Iglesia.

El Evangelio según San Mateo narra la visita de los magos guiados por una estrella. Lo interesante aquí, y que refirma lo que mencioné en el párrafo anterior, es que estos magos son paganos, (vienen de “oriente”, es decir que no eran del pueblo elegido Israel), pero reconocen en Jesús al salvador del Mundo y llegan a Él.

La Escritura no dice que los magos sean reyes, esto parte de la tradición popular. Ahora bien, la palabra magos no es en el sentido en que ahora la entendemos. En griego (idioma de las primeras traducciones de la Sagrada Escritura), “mágo” quiere decir sabio, por lo que los magos eran personas de ciencia, estudiosos de diversos temas.

Ahora bien, tampoco Mateo menciona cuántos magos eran. La creencia de que fueron tres data del siglo VI, pero no se sabe a ciencia cierta el número exacto, aunque definitivamente esto es lo de menos y carece de total importancia.

Los regalos que los magos ofrecen a Jesús, oro, incienso y mirra, llevan en si mismos un simbolismo muy fuerte sobre quién es ese niño que acaba de nacer: el oro significa que es rey, en incienso que es Dios y la mirra que es también hombre verdadero.

Ojala que en esta fiesta podamos también, al igual que los “Santos Reyes”, reconocer en Cristo a aquel que, lejos de quitarnos algo, nos quiere dar todo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen Padre,en este momento entré a
la página que con generosidad escribes para todos...Y justamente, tan cerca de la Navidad tratar el tema de la Epifanía...claro que desde hoy seré asidua en las lecturas de todos los artículos y los haré conocer en el medio educativo. Soy la Hna Cristina de las Misioneras de la Virgen Milagrosa, una pequeña familia post conciliar al servicio de Dios desde los hermanos, con preferencia de los jóvenes como futuro inmediato de la patria, la familia y la Iglesia. Estamos en Palermo, cerca de Parroquia Sagrada Eucaristía..en el Colegio secundario "San Ambrosio". . Dios bendiga tus aportes de crecimiento en la fe y el amor a Jesús.
Paz y alegría en José y María

elsa dijo...

La primera venida del Señor es la Epifanía y la segunda es la Parusía?

elsa dijo...

La primera venida del Señor es la Epifanía y la segunda es la Parusía?